Guillermo Ortega Rancé | Head of Design & Innovation, NTT Data México DATA
Todos los negocios tienen una fórmula para atender una necesidad de mercado de forma rentable con algún toque diferencial que lo distingue de otros competidores. Es lo que habitualmente llamamos el modelo de negocio.
Las empresas están sujetas continuamente a presiones externas para actualizar esta fórmula con el fin de mantenerse competitivas, tanto por exigencia de sus clientes, quienes demandan soluciones más rápidas, convenientes, personalizadas o baratas, como por empuje de otros competidores que definen nuevos estándares muchas veces facilitados por nuevas tecnologías.
Es por esto por lo que la actividad de innovación en las empresas ya no puede limitarse a hacer mejoras puntuales a sus productos, servicios o procesos o a hacer implementaciones de herramientas digitales aisladas, sino que debe también explorar de forma continua hacia dónde se están moviendo las tendencias del mercado para rediseñar el modelo de negocio de forma oportuna.
Una tendencia que ha ido tomando fuerza en algunas industrias es el rediseño del modelo de negocio a través de la integración en ecosistemas y comunidades.
Los ecosistemas tienen sentido en industrias en las que hay una gran cantidad de actores, muchas veces startups tecnológicas, que se especializan en nichos y el cliente ve valor en interactuar con una sola plataforma que lo conecte con el conjunto de servicios que se adapte mejor a sus necesidades.
Las comunidades empiezan a ser populares entre segmentos de mercado más jóvenes que asocian su consumo a una identidad colectiva y más que comprar productos, buscan vivir experiencias. Aunque las comunidades emergen naturalmente en las redes sociales y los metaversos formadas por personas con intereses compartidos como comer saludable, hacer deporte, viajar o jugar videojuegos, las empresas han encontrado maneras de interactuar con ellas y derivar transacciones de negocio.
Hay tres sectores en los que la tendencia a incorporar los ecosistemas y comunidades en el modelo de negocio se ven con claridad: telecomunicaciones, servicios financieros y retail.
La explosión del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha generado una infinidad de servicios soportados por dispositivos que dependen de una conexión inalámbrica ubicua. Los proveedores de servicios de telecomunicaciones armados ahora con los sistemas 5G que permiten una conectividad más confiable, tienen la oportunidad de ser el punto de entrada para consumidores finales o clientes empresariales a todo el ecosistema de servicios IoT.
En el caso de los servicios financieros, las grandes instituciones como los bancos están reinventándose para convertirse en ecosistemas que conecten a sus clientes con distintas soluciones digitales de pagos, transacciones, ahorro, inversión, crédito y seguros, entre otras, que son habilitadas por infinidad de empresas fintech que se han especializado en nichos específicos.
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En cuanto al retail, conforme el comercio electrónico devora cada vez más categorías de productos y los consumidores buscan marcas en las que encuentren eco de sus valores y estilos de vida, las empresas que todavía tienen una presencia importante de ladrillo están buscando integrarse en esas comunidades que viven en las redes y los metaversos para crear lazos entre el mundo offline y online y que los clientes jóvenes encuentren experiencias atractivas también en el mundo real.
Esto es apenas una de las tendencias que está empujando a las empresas a replantear sus modelos de negocio. Entre tanto, es vital que las organizaciones incorporen a sus actividades, explorar tendencias y experimentar de forma continua nuevos conceptos que puedan convertirse en los motores de rentabilidad del futuro.